Gracias
a este libro, estoy descubriendo a fondo qué es la diversidad,
cuáles son sus objetivos, su aplicación, su metodología y su
resultado. Al leer este libro se está formando una especie de
contradicción en mi cabeza a la vez de una comparación, porque
recuerdo mis años como alumna y no se asemeja mucho a lo que es la
diversidad, es por ello que se me hace difícil imaginarme ésta
dinámica de trabajo con niños. Sí que tengo pruebas evidentes de
ella, ya que hemos estado trabajando en clase y es un método muy
útil, mediante el cual los conocimientos se almacenan mejor en la
memoria y como también se utiliza la práctica, éstos se asientan
aún mejor y las clases no se hacen tan tediosas como las que sólo
consisten en intentar recordar la mayor información para plasmarla
en el examen, e instantes después no recordar la mayoría del
contenido. Es ahí donde intervienen las competencias, sin ellas esta
dinámica de trabajo no sería posible, ya que son las encargadas de
proporcionar esa cimentación. Los niños aprenden por ellos mismos,
gracias a los conocimientos aportados por el profesor, ellos
manejaran una serie de ejercicios y se verán envueltos en una
circunstancia en la que necesitarán usar esos conocimientos para
solventar la situación y llevar a cabo los objetivos establecidos,
por ellos mismos.
Para
que todo esto funcione, es indispensable y necesario conocer a los
alumnos. Cada alumno es diferente y en función de cada uno de ellos,
se va a desarrollar de una manera u otra su proceso, avance...Es
importante que el profesor conozca bien a cada uno de ellos para así
poder afianzar lo bueno y animar a seguir mejorando ése aspecto y a
demás sacar beneficio de ello, tanto como para el alumno
individualmente como para un grupo en general, y poder también
conocer los fallos y debilidades, y así eliminarlos, mejorar y
reforzar todo lo que sea necesario.
Este
conocimiento es también útil a la hora de formar grupos para
trabajar en un determinado tema. Sabiendo las dificultades y de unos
y de otros y también lo que se les da bien, se pueden formar grupos
heterogéneos en los que la dinámica de trabajo sea positiva, como
una especia de simbiosis que los alumnos realicen entre ellos, los
que necesiten un mayor apoyo sean ayudados por los que ya son capaces
de manejarlo de un buen modo.
Es
interesante también el método del experto del día . Que un alumno
sea recompensado como el experto del día, incrementará su voluntad
a seguir avanzando y hará mayor su capacidad de empatía y de
transmitir los conocimientos a la hora de ayudar a los alumnos que lo
necesiten. Creará en el un sentimiento de dependencia de otros y
unas responsabilidades, unidas al reconocimiento por parte del
profesor que le harán sentir involucrado en la tarea
correspondiente, y seguirá luchando por mejorar. Este ejercicio ha
de ser variante, porque en mi opinión, todos los alumnos merecen ser
expertos en algo, y así todos querrán actuar de la misma manera.
Aquí también intervienen el compañerismo, la cooperación y la
empatía, por trasmitir unos conocimientos que partían de unas dudas
ya superadas muy recientemente, con lo cuál el alumno entiende
perfectamente las dudas de sus compañeros, ya que son las mismas que
el tuvo, y superó.
Por
otro lado, este libro también es muy útil en cuanto a ejercicios
didácticos se refiere. Aporta bastantes estrategias que sirven para
aplicar en un futuro con los alumnos, son actividades interesantes,
dinámicas y productivas. Trabajan la diversidad y la evaluación.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es ése, la evaluación.
Cuando yo estudiaba lo importante era el resultado final, el
producto. Aquí no, lo importante es el proceso que se ha llevado a
cabo para conseguir ése producto, no menos importante. Llama mi
atención la diferencia de enseñanza que yo recibí, y soy
relativamente joven. Vuelvo al principio, me parece extraño, porque
mi educación no ha sido así en su mayoría, pero muy interesante y
útil para poder impartirla, y estoy segura que podré llevarla a
cabo.
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